La evolución continua de la cirugía de próstata
Para el hombre, los problemas de próstata son tan comunes como “las canas”. Ninguna otra glándula humana, se agranda de manera tan predecible con la edad como ella. Así 90 % de los hombres problemas de próstata en su vida. El aumento de tamaño de la próstata (Hiperplasia Benigna de Próstata, HBP) asociado o no a un cáncer, trae dificultad para orinar, dormir y/o eyacular, hasta provocar impotencia sexual. Altera la calidad de vida y produce problemas de relación.
Enfrentarlos solían ser sinónimo de cirugías agresivas, con largos períodos de internación, de sonda vesical y recuperación. Por esto la decisión de hacer o no tratamiento quirúrgico, fue siempre una situación de quiebre en la vida del varón.
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Hoy las nuevas tecnologías, como el Láser de Holmium, desafían los límites del cuidado de la próstata. Permiten a los hombres especialmente con próstatas grandes (> 90 Grs.) solucionar su problema, sin internación, con cortos períodos de sonda vesical, con rápida recuperación y mínimas complicaciones.
¿Qué es el láser de HOLMIUM?
El láser de holmium es un tipo de energía térmica (calor) que corta y vaporiza la próstata con precisión. Su mayor virtud es minimizar el sangrado y reducir el daño a las áreas circundantes por lo cual reduce las complicaciones del procedimiento. En la Enucleación de próstata o HoLEP (Holmium Laser Enucleation of the Prostate), se emplea para eliminar el exceso de tejido prostático de manera precisa y segura, permitiendo un procedimiento con mínimas complicaciones y una recuperación más rápida. También se usa en el tratamiento de cálculos urinarios.
¿Cómo es el HoLEP?
La cirugía HoLEP es un procedimiento mínimamente invasivo, no doloroso, que remeda a la cirugía “abierta” pero sin necesidad de incisiones externas (vías naturales). La fibra del láser se inserta a través de un endoscopio por la uretra. El láser de Holmium emite una luz de alta energía que corta y coagula simultáneamente el tejido prostático que está obstruyendo el flujo de orina.
El proceso implica enuclear el tejido prostático en exceso, separándolo de la cápsula prostática, y luego este tejido se fragmenta en pequeñas partes mediante un morcelador y se extrae de la vejiga. Permitiendo la eliminación precisa del tejido en exceso que está bloqueando la uretra. Al finalizar la cirugía la glándula prostática queda vacía y formada únicamente por la cápsula (“como ahuecar una naranja de cáscara gruesa”).
El procedimiento HoLEP, similar a pelar una naranja, utiliza un láser para separar y remover el tejido prostático agrandado de manera precisa, dejando la ‘cáscara’ intacta y eliminando solo la parte interna problemática.
En próstatas grandes, mejor Láser Holmium ¿Por Qué?
HoLEP es una innovación que marcó un cambio entre cirugía abierta y endoscópica convencional. HoLEP es hoy la opción de referencia para próstatas grandes (> 80 Grs.), ya que consigue los mismos resultados que la cirugía abierta, pero minimizando las complicaciones y riesgos de la intervención, un menor riesgo de recurrencia, y tiempos de recuperación más cortos.
HoLEP es la técnica láser para HBP que cuenta con los estudios más extensos y el mayor seguimiento de los pacientes a largo plazo, disponiendo de la mayor evidencia científica.
Actualmente las guías internacionales, como la Asociación Europea de Urología (EAU) y la Asociación Americana de Urología (AUA), recomiendan a la enucleación prostática con láser de Holmium (HoLEP) para el tratamiento de HBP con próstatas de gran tamaño (más de 80 Grs.).
Hoy es el tratamiento más efectivo, duradero e inocuo para la hiperplasia benigna de próstata de gran tamaño que afectan la calidad de vida. Con la sugerencia de que debido a sus requerimientos tecnológicos y su complejidad técnica, sólo se realice en centros especializados.
Resultados comprobados
Un 92 % de los pacientes operados, al cabo de 6 años se encuentran satisfechos o muy satisfechos con los resultados y solo un 1,4 % tuvo que recurrir a otra intervención. Se sitúa por encima de las otras técnicas mini invasivas por sus resultados a largo plazo.
Cálculos vesicales y HBP
La presencia de cálculos o «piedras» vesicales son una complicación habitual de la evolución de la HBP. Se forman por la acumulación de orina en la vejiga después de orinar e incrementan los síntomas urinarios y favorecen la infección.
Su existencia influye significativamente en la elección del método quirúrgico para el tratamiento de la HBP. La coexistencia de cálculos urinarios y HBP requiere considerar un enfoque quirúrgico que no solo alivie la obstrucción urinaria causada por el agrandamiento de la próstata, sino que también aborde la eliminación de los cálculos de forma eficiente.
Si existen cálculos en la vejiga, el láser de holmium es el único capaz de tratar ambos problemas en un solo procedimiento. Elimina las «piedras vesicales» junto con el tejido prostático sin cortes de manera eficaz, minimizando complicaciones y evitando la necesidad de múltiples intervenciones.
¿Qué diferencias hay entre HoLEP y la cirugía bipolar -TURis-?
HoLEP utiliza un láser de holmio para eliminar “grandes” porciones de tejido prostático de manera completa, mientras que TURis usa un asa eléctrica bipolar para cortar “pequeñas” porciones del tejido. HoLEP es eficaz para tratar próstatas de cualquier tamaño, especialmente las grandes, mientras que TURis es más adecuado para próstatas pequeñas o moderadas. El alivio de los síntomas con HoLEP tiende a ser más duradero, ya que elimina más tejido, reduciendo la posibilidad de necesitar otro tratamiento. En cuanto a la recuperación, HoLEP suele ofrecer una recuperación más rápida y menos necesidad de una sonda urinaria prolongada, con un menor riesgo de sangrado. TURis, aunque eficaz, tiene un mayor riesgo de sangrado y puede requerir un uso más prolongado de la sonda vesical. Ambos procedimientos pueden realizarse de manera ambulatoria y tienen como efecto secundario posible la eyaculación retrógrada.
4 ventajas destacadas de HoLEP
- Ausencia de incisiones externas, lo que implica menos dolor postoperatorio y menor riesgo de infección.
- Menor pérdida de sangre, útil en pacientes anticoagulados y antiagregados.
- Sin internación. Recuperación rápida, actividades normales en 1-2 semanas.
- Tiempo corto de sonda vesical (24 a 48 horas).
Experiencia operatoria y recuperación tras HoLEP
La cirugía HoLEP es un procedimiento mínimamente invasivo, no doloroso, que realiza bajo anestesia raquídea. La fibra del láser se inserta a través de un endoscopio por la uretra, sin necesidad de incisiones externas (vías naturales).
La operación suele durar entre 60 y 120 minutos, dependiendo del tamaño de la próstata.
Después de la cirugía, se coloca una sonda vesical transitoria para drenar la vejiga. A las pocas horas en general el paciente se retira (ambulatorio) con la sonda y la recomendación de beber mucha agua para limpiar la vejiga. Además de recetar analgésicos o antibióticos según sea necesario. Luego regresa para el retiro de la sonda pasado 48 horas.
El tiempo de recuperación completo varía, pueden volver a sus actividades diarias normales en 1 o 2 semanas, y las actividades físicas intensas deberían evitarse durante el primer mes.
Tras el retiro de la sonda y reinicio de la micción espontánea es posible experimentar molestias leves como micción con sangre y/o ardor al orinar, pero estos síntomas suelen desaparecer en unas semanas. También puede ocurrir urgencia miccional y/o incontinencia urinaria que desaparecen en el tiempo.
La cicatrización después de HoLEP suele ser de 4 a 8 semanas, con una mejora significativa del chorro miccional desde los primeros días.
PREGUNTAS FRECUENTES DE LA VIDA REAL:
¿Qué tipo de láser es mejor para la cirugía de próstata?
Cada láser tiene sus indicaciones específicas, y la elección depende de las necesidades individuales para optimizar los resultados. HoLEP es especialmente útil en próstatas grandes por la mayor cantidad de tejido prostático que se puede extraer, en comparación con otros métodos. Esto proporciona un alivio más completo de los síntomas, y asegura una eficacia a largo plazo (resultados más duraderos), reduciendo la necesidad de futuras intervenciones.
¿HoLEP es definitiva o puede volver a crecer el tejido prostático?
El alivio de los síntomas después de un procedimiento HoLEP es generalmente duradero y eficaz a largo plazo (por muchos años).
A diferencia de otros tratamientos, HoLEP elimina una mayor cantidad de tejido prostático, lo que reduce las probabilidades de que la próstata vuelva a crecer significativamente y requiera otro tratamiento en el futuro. En la mayoría de los casos, el alivio de los síntomas puede durar más de 10-15 años, y las tasas de reintervención (necesidad de repetir el procedimiento) son muy bajas en comparación con técnicas como la TURis, Láser Verde o REZUM.
¿Es doloroso el procedimiento HoLEP?
HoLEP en sí no es doloroso, ya que se realiza bajo anestesia raquídea (que adormece la parte inferior del cuerpo). Después del procedimiento, la mayoría de los pacientes experimentan molestias leves durante los primeros días, especialmente al orinar. Esto puede incluir una sensación de ardor o leves calambres, que suelen ser controlables con analgésicos comunes. También puede haber pequeñas cantidades de sangre en la orina durante algunos días o semanas después de la cirugía, lo cual es normal y desaparece con el tiempo.
¿Cuáles son los riesgos de HoLEP?
Los riesgos incluyen sangrado en la orina prolongado, incontinencia de orina temporal, y eyaculación retrógrada (orgasmo seco).
El orgasmo seco es cuando un hombre alcanza el clímax sin eyacular semen, sintiendo el orgasmo sin expulsar líquido. Tras la resección del cuello de la vejiga, puede ocurrir una eyaculación retrógrada, donde el semen fluye hacia la vejiga en lugar de salir por la uretra.
¿Afecta HoLEP la función sexual o la fertilidad?
El HoLEP generalmente no afecta la función sexual, aunque puede provocar eyaculación retrógrada , que afecta la fertilidad pero no el placer sexual. Muchos estudios sugieren que el procedimiento puede incluso mejorar el desempeño sexual , ya que elimina las molestias y síntomas provocados por la hiperplasia benigna de próstata. Al resolver los problemas urinarios y la presión prostática, los pacientes experimentan un mayor bienestar, lo que puede contribuir a una mejor experiencia sexual.