11 de junio. Día de Concientización del Cáncer de Próstata. 

Buenas Noticias a Pesar de Pronósticos Desafiantes 

Cada 11 de junio, celebramos el día del “Cáncer de Próstata” con el objetivo de generar conciencia sobre importantes temas de salud masculina. En el centro de esta semana de concientización se encuentra el cáncer de próstata, una enfermedad que afecta a 1 de cada 6 hombres en el mundo a lo largo de su vida y cuya frecuencia se duplicará para el año 2040. Esta condición prevalece como una amenaza silenciosa, siendo la tercera causa de muerte por enfermedades crónicas no transmisibles. A pesar de estos datos alarmantes, en esta semana especial del varón es importante destacar las buenas noticias sobre nuevos métodos diagnósticos y terapéuticos, con el fin de controlar la enfermedad y mantener la calidad de vida de los pacientes.  

El conocimiento sobre la biología tumoral ha revelado que el cáncer de próstata puede variar significativamente en su agresividad. La mayoría (80-90%) crecen lentamente, se los clasifica como de bajo a medio riesgo de progresión, y pueden no causar síntomas significativos durante muchos años. Mientras que otros (10-20%) son de alto riesgo de progresión, más agresivos, y pueden crecer rápidamente, requiriendo tratamientos radicales más inmediatos. Al poder predecir la posible evolución del cáncer de próstata, podemos ofrecer un tratamiento más o menos agresivo acorde a nuestra previsión, para minimizar los problemas derivados del sobrediagnóstico y del sobretratamiento.  

Las terapias radicales como la cirugía y la radioterapia proporcionan muy buenos resultados oncológicos en el cáncer de próstata localizado; sin embargo, el sobretratamiento en el grupo de bajo y algunos casos de riesgo intermedio afecta la calidad de vida de estos pacientes. Estos tratamientos resultan en efectos colaterales desagradables que terminan por dejar al hombre vulnerable en su masculinidad: incontinencia, disfunción sexual, cambios genitales y el estigma social, vivenciados por casi todos ellos. 

La mejora en los métodos de detección, como la utilización de resonancia magnética multiparamétrica y biopsias transperineales guiadas por fusión de imágenes, han permitido una identificación más precisa de la enfermedad para reducir el sobretratamiento y los efectos indeseables antes mencionados. 

Un Nuevo Horizonte en el Diagnóstico del Cáncer de Próstata: Punción Biopsia Transperineal por Fusión de Imágenes 

La biopsia es el método clave para confirmar si un hombre padece cáncer de próstata. La biopsia clásica se realiza a través del recto (transrectal) y tiene limitaciones tales como ser «ciega» (se extraen muestras de tejido de manera aleatoria), ser parcial (permite acceder solo a la mitad de la glándula) y presentar un mayor riesgo de infecciones (debido a su abordaje por la cavidad rectal). La evolución tecnológica ha hecho posible superar estas limitaciones a través de su realización por vía transperineal y localizando el área sospechosa a través de la fusión de imágenes. Así se elimina el riesgo de infección grave o sepsis, y se detecta el 96% de casos de cáncer de próstata, un 40% más que la técnica convencional. 

Terapia Focal Láser: Una Potencial Estrategia para Solucionar el Problema del Sobretratamiento 

Actualmente, se detecta una proporción mayor de cáncer de próstata de bajo a medio riesgo de progresión, que pueden no causar síntomas significativos durante muchos años. La gran mayoría de estos varones no están interesados en el impacto negativo sobre su calidad de vida que provocan los tratamientos convencionales a pesar de asegurar su control oncológico. Pero a la vez quieren tener su cáncer controlado y no bajo vigilancia activa, debido a la ansiedad que su presencia produce y las múltiples biopsias que se requieren. Se añade a este problema la falta de datos a largo plazo que aseguren a los pacientes que la vigilancia activa conlleva un riesgo bajo de progresión local o enfermedad metastática, punto en el que se pierde la ventana para la terapia curativa. 

Por lo tanto, un tratamiento focal que destruya el foco cancerígeno con un pequeño margen de tejido normal alrededor puede ser una solución para estos pacientes. Es aquí donde la terapia focal en cáncer de próstata representa un cambio de perspectiva que puede ofrecer el equilibrio entre la vigilancia (infratratamiento) y las terapias radicales como la cirugía y/o radioterapia con sus secuelas (sobretratamiento). Ofreciendo la ablación del cáncer y la preservación del tejido no tumoral y las estructuras vitales circundantes para disminuir los efectos secundarios. 

Estos programas iniciados de manera multidisciplinaria en IMU tienen como objetivo no solo contribuir a una mayor precisión diagnóstica, sino también a reducir significativamente las complicaciones asociadas a los procedimientos invasivos, proporcionando un mejor pronóstico y calidad de vida para los pacientes diagnosticados con cáncer de próstata. 

Compartir

También puede interesarte