La próstata, aunque pequeña, juega un papel vital en la salud masculina. A medida que envejecemos, es importante romper los mitos y estigmas que rodean esta glándula y tomar un papel activo en nuestra salud.
Cuando hablamos de la próstata, a más de uno se le “eriza la piel”. Rodeada de mitos y prejuicios, esta pequeña glándula del aparato reproductor masculino es clave para la salud, pero pocos hombres conocen realmente su importancia. Si alguna vez has oído hablar de ella, probablemente fue un amigo o familiar de cierta edad, quejándose de que ya no “funciona como antes”: levantarse varias veces por la noche, flujo urinario débil o interrumpido. Sobre la función sexual, en cambio, pocos se animan a compartir sus problemas, sobre todo los más jóvenes.
¿Qué es la próstata y por qué es tan importante?
La próstata es una glándula pequeña, de aproximadamente 3 x 4 cm y un peso similar al de una nuez. Está situada debajo de la vejiga y rodea la uretra, que es el conducto que transporta la orina y el semen al exterior.
Funciones clave de la próstata:
- Producción de líquido prostático: Este fluido nutre y protege a los espermatozoides, mejorando su movilidad y aumentando las posibilidades de fecundación.
- Regulación del flujo urinario y eyaculatorio: La próstata controla la fuerza con la que se expulsan tanto la orina como el semen.
A medida que los hombres envejecen, la próstata crece de manera natural. Este crecimiento comienza a los 30 años, pero se vuelve más notable alrededor de los 45 años, siendo una condición que afecta prácticamente a todos los hombres en algún momento de su vida.
Agrandamiento prostático: Un problema común en hombres
Para el varón que envejece, los problemas de próstata son casi tan comunes como las canas. El agrandamiento de próstata es una entidad que afecta al hombre a partir de los 50 años. Ninguna otra glándula del cuerpo humano, se expande de manera tan predecible con la edad como la próstata. Si el varón vive como el promedio de vida hoy, 82 años, es casi inevitable que padezca por la próstata agrandada. El tamaño, la intensidad de los síntomas y grado de repercusión sobre la calidad de vida varían, pero se incrementan con la edad. 70 % de los hombres tendrán síntomas prostáticos a los largo de su vida.
El agrandamiento de la próstata es una condición progresiva llamada Hiperplasia Prostática Benigna (HPB). Aunque es benigna y no implica cáncer, puede causar síntomas molestos que afectan la calidad de vida.
Estadísticas importantes
- 30% de los hombres mayores de 50 años presentan HPB.
- La cifra aumenta al 60% en hombres de 60 años y al 90% en mayores de 75 años.
- 6 a 8 de cada 10 hombres experimentarán trastornos urinarios durante su vida.
Síntomas clave del agrandamiento prostático
El crecimiento de la próstata presiona la uretra, provocando síntomas urinarios y sexuales, conocidos como síntomas del tracto urinario inferior (STUI). Estos incluyen: Necesidad frecuente de orinar, especialmente durante la noche (nocturia). Flujo urinario débil o interrumpido. Sensación de vaciado incompleto tras orinar. Urgencia urinaria: la sensación de necesitar orinar inmediatamente. Dolor o molestia al eyacular.
Aunque estos síntomas no siempre son proporcionales al tamaño de la próstata, afectan significativamente la calidad de vida, incluyendo el sueño, la productividad y las relaciones personales.
Mitos frecuentes sobre la próstata
“Solo afecta a hombres mayores”: Aunque los síntomas son más comunes con la edad, el agrandamiento prostático puede comenzar desde los 40 años.
“Si no tengo síntomas, mi próstata está bien”: Algunos hombres con HPB tienen una próstata agrandada sin síntomas evidentes, pero el problema podría manifestarse más adelante.
“La HPB siempre lleva al cáncer de próstata”: No es cierto. La HPB es una condición benigna y no aumenta directamente el riesgo de cáncer.
¿Te identificas con alguno de estos síntomas? No esperes a que los problemas empeoren. Comparte tu experiencia en los comentarios y anima a otros hombres a cuidar su salud prostática. Juntos, podemos crear conciencia y mejorar la calidad de vida.