Asistimos a un cambio en la forma de tratar uno de los problemas más incapacitantes del varón adulto, el agrandamiento de próstata. La eficacia limitada, los efectos adversos y la falta de adherencia a los medicamentos, hacen que el láser sea la mejor alternativa para la solución definitiva de este problema.
Para el varón que envejece, los problemas de próstata son casi tan comunes como las canas. El agrandamiento de próstata es una entidad que afecta al hombre a partir de los 50 años. Ninguna otra glándula del cuerpo humano, se expande de manera tan predecible con la edad como la próstata. Si el varón vive como el promedio de vida hoy, 82 años, es casi inevitable que padezca por la próstata agrandada. El tamaño, la intensidad de los síntomas y grado de repercusión sobre la calidad de vida varían, pero se incrementan con la edad. 70 % de los hombres tendrán síntomas prostáticos a los largo de su vida.
El crecimiento de la próstata asociado o no a un cáncer trae dificultades para orinar y eyacular, y hasta impotencia sexual. La evolución natural de la enfermedad sin tratamiento es a la insuficiencia renal crónica obstructiva, destaca.
Durante mucho tiempo tanto médicos como pacientes confiaron este problema al uso de medicamentos de toma diaria. Pero la última década fue testigo de un proceso de cambio. La mayor edad de las personas, los pobres resultados del uso de medicamentos en el tiempo, el desarrollo de nuevas terapias de mínima invasión, y la búsqueda de una mejor calidad de vida de los hombres han provocado una transformación en el manejo de este problema que todo varón padecerá en algún momento de su vida. En tal sentido hasta hoy los medicamentos eran el principal tratamiento. Los datos actuales demuestran que hasta el 70 % de los hombres no cumplen y/o interrumpen sus fármacos debido a su eficacia insuficiente, los efectos adversos que incluyen disfunción sexual, dolores de cabeza y mareos e hipotensión arterial. Además, numerosos estudios a gran escala han informado que la medicación a largo plazo enmascara los daños funcionales sobre la vejiga y conduce a un mayor deterioro de la función miccional.
La decisión de hacer o no cirugía, siempre fue una cuestión de considerar los beneficios frente a las desventajas. Así el 83 % de los hombres prefieren esperar a tomar esta decisión por miedo a estar internados, alterar su función sexual y/o tener sonda vesical colocada varios días. Hoy con el desarrollo de técnicas de nueva generación como el láser, los hombres resuelven su problema de próstata de forma definitiva mejorando su calidad de vida.
Asistimos a un cambio de paradigma en el manejo de uno de los problemas más frecuentes del varón. El objetivo y orden de aplicación de los tratamientos se ha modificado, reflexiona Piana. La tecnología láser, constituye hoy la mejor alternativa por quienes buscan una solución definitiva a su problema de próstata. Nuestra experiencia acumulada demuestra que la terapia láser logra un alivio inmediato de los síntomas prostáticos aumentando el flujo miccional: sin internación, sin incisiones, sin sangrado, sin dolor ni anestesia general. Las diferencias más destacadas con respecto a la cirugía convencional y la vaporización bipolar son las pocas horas internación y de sonda vesical, menor sangrado, la mayor posibilidad de preservar la función eyaculatoria, entre otras. Logrando una vuelta a actividades habituales más rápida devolviendo la calidad de vida de las personas.